Crémilo es dueño de una empresa en quiebra. Un día, se encuentra con Pluto, la personificación de la Riqueza, que ha sido cegado por los poderes económicos. Junto con Carión, su fiel empleado, tratará de devolverle la vista para que la fortuna vuelva a favorecer a la gente justa y acabe con el neoliberalismo salvaje.
Nuestra adaptación del Pluto de Aristófanes no es una pieza de historicismo edulcorado, sino una traslación de las situaciones imaginadas por el poeta al mundo actual. Es un llamamiento a recuperar la esencia de la comedia griega: lo subversivo, lo grotesco, la referencia política y la crítica al mundo contemporáneo.